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Español

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Cómo hablar en público y diseñar presentaciones de impacto.

297 Pago único
  • Empieza hoy mismo.
  • Ten acceso total al curso.
  • Aprende lo que pocos conocen.
IVA incluido

Ésta es una formación tan útil que, aunque lo intentes, es imposible no aprender algo.

Esto es lo que me dijo una vez una persona que hizo el curso.

Pero, espera, no te lances inmediatamente al botón de compra. Es verdad que esta es una formación con la que aprenderás a hablar en público pero eso no quiere decir que sea para ti o que sea la formación que tú necesitas.

La mayoría de las formaciones empiezan hablando de sus bondades y de lo megagenial que vas a ser cuando la hagas.

Ésta no.

Yo quiero empezar hablándote de por qué NO te conviene hacerla.

La inversión es baja pero desperdiciarás tu dinero si eres de las personas que simplemente mira los vídeos y luego no pone en práctica lo que cuento en ellos.

Personalmente, estoy a favor de que me entregues 297 euros y que luego hagas con los vídeos lo que quieras, pero estamos hablando de lo que a ti te conviene, no de lo que me conviene a mí.

Tampoco debes hacer el curso si esperas un soporte que te ayude a diseñar tu propia presentación. Este curso no lo proporciona, al menos de momento.

Si lo que quieres es asesoramiento para diseñar tu propia presentación lo podemos hablar. En ese caso, te incluiría este curso en el precio de mi asesoramiento.

Tampoco te conviene hacer esta formación si esperas mil ejercicios, tres mil plantillas y quince mil conceptos técnicos.

Este curso es exhaustivo pero va al grano. Te explica lo necesario para que diseñes y realices una presentación desde cero. Repito, todo lo necesario pero, va al grano.

Voy con el último motivo por el cual no deberías hacer el curso.

No deberías hacerlo si tienes la expectativa de convertirte en Obama justo después de acabarlo.

Ningún curso te convierte en experto, ni siquiera esos que comienzan por «Curso experto en …».

Para convertirte en experto se necesita practicar, practicar y practicar.

Equivocarte, equivocarte y equivocarte.

Acertar.

Y también necesitas una guía que te sirva para medir tus avances. Este curso es tu guía.

Te cuento algo.

La primera vez que profesionalmente me planté delante de un grupo para contarles cosas tenía 26 años. Yo trabajaba en una pequeña consultora y era el tipo que le llevaba la maleta al consultor senior. Isidre Cuní, se llamaba él, un tío excepcional, buena persona. De él aprendí cosas que todavía utilizo en mis cursos.

Ya te he hablado de la importancia de tener una buena guía.

Un día, después de una sesión de formación, Isidre me dijo «para la próxima sesión me pondré enfermo».

Soy espabilado, lo entendí en seguida; de la próxima sesión me encargaría yo, sería mi primera sesión de formación. Mis primeras 4 horas como formador.

Pasé el siguiente día trabajando en la sesión e hice lo que nunca se debe hacer.

Lo que te voy a contar es absolutamente cierto. Me fui a una papelería, compré un paquete de folios y escribí, LITERALMENTE, todo lo que diría en la sesión, desde el «buenas tardes» al «gracias por escucharme».

Ese día me puse mis mejores galas formales y me dirigí al curso.

A las 16 horas en punto, un niñato de 26 años con unos 25 folios escritos en la mano, estaba justo delante de 15 directivos de una media de 45 años, dispuesto a explicarles cómo comunicarse con las personas de su equipo.

Cuando intenté comenzar a hablar pasaron varias cosas:

– Tenía la sensación de que mi corazón se me iba a salir por la boca. Podía sentir su latido hasta en los lóbulos de las orejas.

– Las manos me sudaban.

– La boca estaba seca y mi lengua parecía un trozo de corcho.

– Sentía un nudo en la garganta y …

– … mis manos temblaban y con ellas temblaban los folios que sujetaba.

¿Has escuchado alguna vez el sonido de los folios agitándose? Te puede parecer que no hacen demasiado ruido pero, cuando todo el mundo está pendiente de ti y tú mismo estás pendiente de ti, ese sonido es estruendoso.

Si lo que estás esperando a continuación es la crónica de un desastre, siento defraudarte.

Mientras estaba de pie delante de los 15 directivos, sudando, tembloroso y con 25 folios escritos en una mano, me acordé –mira tú qué cosas– de que tenía otra mano. Con ella sujeté también los folios y … el estruendo cesó.

Los enrollé como si fuesen un rollito de primavera, los sostuve en mi mano derecha y comencé a hablar.

Desde entonces, han pasado más de 20 años y empresas públicas y privadas me siguen pagando por hablar.

No soy millonario –todavía– pero, saber hablar en público me ha ayudado a ganarme la vida razonablemente bien.

Aprendí mucho de Isidre sin embargo, ojalá hubiese tenido una formación como ésta, que me ayudase a saber qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo.

Por suerte para ti, tú la tienes.

No sé si estarás de acuerdo conmigo o no pero mi opinión es que, en general, la gente no habla bien en público, al menos, en el mundo hispano.

Los anglosajones se lo toman de otra manera, simplemente porque desde pequeños en los colegios les habitúan a salir delante de sus compañeros y expliciar cosas.

A nosotros no. Para nosotros, salir a la pizarra en el colegio era un castigo.

Acuérdate. Cuando el profesor pedía voluntarios, ¿qué hacías tú? ¿Levantabas la mano para salir o bajabas la cabeza y aparentabas estar muy ocupado para que no te escogiese?

Salir a hablar en público era una putada. Quien más, quien menos tenía vergüenza y, si podía, evitaba hacerlo.

Resultado:

En general, eso de hablar en público, se le da mal a la people.

Problema:

Es probable que no puedas evitar tener que hablar en público, así que más vale aprender para que tu voz deje de temblar, para dejar de decir «eeem», «uuum», «ooojjj», para dejar de repetirte, para dejar de moverte sin ningún sentido delante del público, para… todo eso que ya sabes.

A lo mejor estás pensando que tú no tienes que hablar en público. Vale, puede ser que seas una persona que vive aislada del resto del mundo, que no participa en reuniones, que no tiene que exponer ideas ante sus superiores, que no tiene que hablar con clientes o con proveedores, que no asiste a las reuniones de padres del colegio o a las reuniones de vecinos de su comunidad –¡uf, me acaba de dar una bajona!– .…

Si es así, deja de leer porque esto no es para ti y estás perdiendo el tiempo.

Ahora bien, si eres como la mayoría de las personas, necesitas comunicarte con los demás, así que vale la pena que aprendas a explicarte bien, ¿no crees?

Quiero ponerte en situación.

Hay dos tipos de cursos de formación: aquellos que hacen personas que leen varios libros y montan un curso y aquellos otros que hacen personas que leen muchos libros, tienen experiencia en lo que hacen y montan un curso uniendo las dos cosas.

Los segundos son capaces de ir más allá de lo que cuentan los libros porque han tenido experiencias que estos libros no cuentan.

Si te gusta cocinar sabrás que hay mucha diferencia entre contarle a alguien una receta que has leído y contarle tu experiencia personal cocinando ese plato. Cuando cocinas el plato, tienes que solucionar problemas que el libro no te cuenta.

Vale, tal vez sea necesario otro ejemplo más.

Si quieres convencer a alguien de que el deporte es bueno para la salud, ¿qué crees que será más convincente, explicarle lo que dice un libro o contarle tu experiencia personal de pasar de tener doler en la espalda por llevar una vida sedentaria a sentirte más ágil después de hacer deporte moderado?

No voy a poner más ejemplos porque tú tienes muchos en los que se demuestra que no es lo mismo contar algo que has vivido en tus carnes, que hacerlo de oídas.

¿Esto quiere decir que en este curso no te explico conceptos teóricos y cosas que salen en los libros?

Por supuesto que sí, las teorías son esenciales pero, la diferencia con otros, es que lo que te cuento lo he experimentado, te lo cuento de primera mano.

Yo he cocinado. Yo hago deporte.

En este punto ya deberías saber por qué, si hablas con otras personas, este curso te interesa. Pero quiero contarte tres cosas en las que, tal vez, no te has parado a pensar con la suficiente atención.

Voy con ello.

Primero.

Hablar en público no consiste en trasladar información de tu cabeza a la cabeza de la audiencia. No es eso.

Eso lo podrías hacer enviando un mail o un pdf y sería menos costoso.

Hablar en público va de persuadir.

Tu éxito consistirá en:

– atraer la atención de la audiencia.

– mantenerla durante la charla.

– generar imágenes en sus cabezas.

– generar emociones en sus corazones.

– persuadir.

Si ya eres capaz de conseguir esto cuando hablas en público, una vez más, no hagas este curso, estarás perdiendo el tiempo.

Así que, cuando hablas en público, lo importante no es lo que dices, ni lo bien que técnicamente está lo que cuentas, ni lo importante que sea para la humanidad lo que digas.

No va de eso, lo siento.

Lo importante es cómo comunicas todo eso para generar convencimiento en la audiencia.

Segundo.

En realidad, lo primero que tienes que conseguir cuando hablas en público es convencer a la audiencia de que eres alguien que merece la pena escuchar.

Las personas compramos a las personas y luego compramos sus ideas.

No funciona al revés.

O la audiencia te percibe como competente o no lograrás convencer por muy excelente que sea tu idea.

Ahora piensa en algunas de las personas que has visto hablando en público. ¿Crees que titubear, decir cosas como «no quiero robarles demasiado tiempo» o estar pendiente de un Power Point en vez de mirar a la audiencia ayuda a ganar credibilidad?

Por cierto, en tu caso: ¿cómo crees que te perciben los demás cuando hablas en público?

Tercero.

A la audiencia, tú le das igual.

Si la idea ofende a tu ego, qué le vamos a hacer, pero el caso es que tus motivaciones no le importan a nadie cuando hablas en público.

A la audiencia solo le importa las suyas, así que o aprendes a unir las motivaciones de las personas con tu objetivo en la charla o no lograrás tu objetivo.

Si no me crees, déjame que te cuente algo.

Me encanta la música cubana. Me resulta imposible tener mis pies quietos cuando escucho un son, una guaracha o un danzón. Me resulta imposible no cantar cuando escucho un bolero.

Mi pasión por esta música es tal, que intento que mis amigos y mi pareja se interesen por el tema. Además de todo esto, me encanta cantar y me gustan los karaokes –lo sé, hasta ahora pensabas que era un tío perfecto pero alguna imperfección tenía que tener–.

¿A ti te gustan los karaokes? Si no eres japonés, la respuesta más habitual es que no.

Si quiero que vengas conmigo a un karaoke y te cuento que te lo vas a pasar bien, que no importa que cantes mal o no sé que cosas más, es improbable que consiga convencerte.

Pero tengo un amigo, Javier, al que le tengo pillada la medida. Javier es un echao p’alante y esa es mi arma. A Javier solo tengo que decirle lo siguiente:

– «Javier, ¿a qué no hay huevos de ir a un karaoke?» Y ya está, yo canto y él demuestra que tiene lo que hay que tener.

Tengo otros amigos, Clara, César, Marta, Toni, Silvia, David, … con los que eso no funciona. Lo que funciona con ellos es lo siguiente:

– «¿Cuánto hace que no nos reímos de verdad, o sea, cuánto hace que no os reís de mí a gusto? ¿Vamos a un karaoke?».

Aclaro las cosas por si te has perdido.

A la gente le importa cero tus motivaciones. Les importan las suyas y son éstas las que tienes que utilizar para movilizarles.

El 95% de las personas que hablan en público se olvidan de esto y centran su intervención en lo que ellas quieren decir en vez de centrarla en lo que la audiencia quiere conseguir.

Solo por estas tres cuestiones que te acabo de contar debería cobrarte un precio.

Por supuesto, no lo voy a hacer pero esto es algo que los cursos de formación que están basados solo en libros no te cuentan.

Seguro que tienes preguntas acerca del curso. Te cuento alguna de las más frecuentes que me suelen hacer las personas que están interesadas:

PREGUNTAS FRECUENTES.

¿Qué se consigue con el curso?

Consigues muchas cosas, entre ellas no pasar desapercibido cuando hablas en público. Consigues que tus ideas calen en las personas. Consigues sentirte seguro cuando te diriges a la audiencia. Consigues que te tomen en serio porque tu intervención se percibe profesional y diferente. Consigues destacar del resto de personas que aburren a las ovejas cuando hablan…

¿Es un curso en pdf o entregas un pdf?

No, es un curso en vídeo. Concretamente, 16 vídeos de corta duración para que los contenidos sean fáciles de asimilar.

¿Hay un tiempo límite para hacer el curso?

No. Puedes hacer el curso de por vida y tantas veces como quieras. No es como esos cursos on line en los que cierran la plataforma. No tengo nada en contra de esos cursos pero en este puedes hacer el curso 1.356 veces en los próximos 2035 años porque la plataforma no se va a cerrar –si se cerrase querría decir que Interacción Humana ha pasado a mejor vida y, créeme lo que te digo, no es mi intención–.

¿El curso tiene soporte?

El curso no tiene soporte pero, si ya te conté antes que si quieres que te acompañe individualmente en tu aprendizaje, solo tienes que decírmelo porque ese es un servicio que también presto.

¿Cuando acabe el curso seré un maestr@ de la persuasión y del hablar en público?

No. Si te limitas a mirar los vídeos como si estuvieses viendo una peli en Netflix vas a acabar igual que comenzaste.

Hablar en público es una habilidad y las habilidades se desarrollan practicando. Yo te enseño lo que tienes que hacer y tú lo haces, entonces mejoras.

Si no lo haces… pues no.

¿Qué cuesta el curso?

El curso cuesta 197 euros … de momento –no es una amenaza, ni un truco para que compres ya, ni un farol–, es que, a más demanda, mayor precio y como la demanda está subiendo…

¿Vale la pena la inversión?

Yo te digo que sí pero claro, ¡qué voy a decir yo! 

Lo que te digo es que, con solo el cambio de perspectiva que te ofrece el curso ya vas a saber más sobre hablar en público de lo que saben la mayoría de las personas. A partir de aquí, valóralo tú.

Si tienes alguna otra pregunta que no queda recogida aquí, envíame un mail y te la respondo sin problemas.

Ahora supongo que querrás conocer qué vas a aprender con el curso, ¿no?

Mira los contenidos de cada vídeo, te lo explico ahí.

Voy cerrando la cuestión. Ya sólo me queda decirte que no es lo mismo trasladar información, que conseguir generar cambios en las personas con la información que trasladas, eso lo sabe cualquier persona que se haya puesto delante de otra y haya querido convencerla de algo.

Recuerda que las personas compramos a las personas y luego a sus ideas.

Si cuando hablas en público no transmites seguridad y autoridad, tus ideas no van a llegar. Esto también lo sabe todo el mundo. Tú también lo sabes.

Este es un curso adecuado para ti si lo que quieres es ganar credibilidad para que tus ideas lleguen.

Este es un curso adecuado para ti si lo que quieres es que los demás te tengan en cuenta.

Óscar Fernández Orellana

 

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Contenidos del curso

Descubre el poder de la audiencia para el éxito de tu presentación, así que, buena parte del esfuerzo se centrará en enfocarte en ella y en definirla correctamente. Y eso es lo que vas a aprender en con en esta primera lección.

Vídeo 12:52 Min.

Seguimos intentando conocer un poco más a nuestra audiencia. Por eso es importante que descubras el concepto de lugares comunes. Aprende en qué consiste este concepto, cuál es su finalidad en las presentaciones en público y cómo te va a ayudar a conectar más con el público. A continuación, entramos de lleno en la construcción del contenido de la presentación y lo hacemos por, tal vez, la parte má crítica: la definición de tu objetivo y la definición del mensaje central de tu charla. Descubre cómo hacerlo para que tu presentación tenga una base relamente sólida.

Vídeo 11:04 Min

En esta lección nos adentramos en la construcción de la presentación. Concretamente, aprende de dónde obtener información para el diseño de la charla, qué hacer con la información y cómo ordenarla y filtrarla y cómo decidir con cuál quedarte para la presentación.

Vídeo 07:46 Min

En esta lección aprenderás a darle fuerza y empaque al contenido de tu presentación. Aprende a utilizar el contraste para resaltar tu mensaje y hacerlo más poderoso y relevante para tu audiencia. Además, descubrirás las 4 cosas que puedes pedir a tu audiencia.

Vídeo 10:28 Min

Continuamos con la idea de darle fuerza y empaque a nuestro contenido y lo hacemos de la mano de una importante estrategia: la mezcla de contenido racional y emocional. Aprende cómo generar un estado propulsor y cómo vincular tu idea con una emoción positiva. Por cierto, esto es lo que hacen la gran mayoría de las charlas TED.

Vídeo 15:21 Min

¿Te has preguntado alguna vez qué características tienen esas frases memorables que escuchas en publicidad? ¿Te gustaría saber cómo construirlas? Pues en esta parte del curso lo harás. Aprende cómo contruir eslóganes y frases memorables paa tu presentación.

Vídeo 04:14 Min

En esta lección aprenderás algunos trucos y recursos para conseguir que tu discurso consiga implicar e involucrar más a la audiencia. Conocerás el poder que tiene utilizar metáforas, explicar anécdotas y teatralizar tu exposición para darle más verosimilitud.

Vídeo 04:39 Min

En esta lección aprenderás a estructurar tu presentación. Las estructuras son esenciales para ordenar la información y para conducir a la audiencia desde el momento inicial de tu intervención, hasta la resolución. Conoce cómo organizar la información, qué finalidad tiene cada una de las partes la estructura y cuáles son los elementos que deben contener. Además, nos centraremos en la primera de las partes: la introducción. Verás cómo subdivide y aprenderás fantásticos trucos para captar la atención de la audiencia.

Vídeo 11:19 Min

En este vídeo aprenderás a desarrollar el nudo de tu presentación. El nudo es la parte central de tu intervención y el lugar en donde se desarrolla el grueso de la presentación. Aprende cómo presentar el contexto, el conflicto, la solución y los beneficios de tu propuesta para que resulten persuasivos. También aprenderás cómo culminar tu intervención con un cierre que esté a la altura del resto de tu presentación y con el cual consigas alcanzar el objetivo que te propones.

Vídeo 13:28 Min

En esta lección vas a aprender cómo diseñar el material de soporte de tu presentación, las famosas diapositivas. Comenzaremos presentando los principios que deben regir el diseño del Power Point, Keynote o el software que utilices.

Vídeo 07:36 Min

En este nuevo vídeo seguimos hablando del diseño de la presentación pero, en este caso, nos centramos en los criterios bajo los cuales debes diseñar las diapositivas de tu presentación.

Vídeo 09:59 Min

Tercer vídeo de los dedicados al diseño de elementos de soporte para tu presentación. Aprende 5 técnicas de diseño con las que dotar de aparencia profesional a tus diapositivas.

Vídeo 17:09 Min

Con esta lección entramos de lleno en el segundo bloque del curso. Una vez que tienes listo el diseño de tu presentación, toca el momento de la verdad: mostrarla al público. Pero antes de eso, comprueba que todo está listo. En el vídeo tienes a tu disposición un fantástico listado de elementos a tener en cuenta para que nada falle.

Vídeo 12:42 Min

En este vídeo aprenderás cómo moverte en el escenario ante tu audiencia. Especialmente, verás qué no debes hacer, qué comportamientos debes evitar cuando hablas en público.

Vídeo 13:08 Min

En este vídeo aprenderás cómo moverte en el escenario ante tu audiencia. Especialmente, verás qué sí debes hacer, qué comportamientos debes evitar cuando hablas en público.

Vídeo 11:56 Min

No podemos cerrar un curso sobre hablar en público sin tratar el uso de la voz. La voz es la principal herramienta de la que dispones para trasladar ideas, emoción e intención en tu presentación. En esta lección aprenderás algunas ideas imprescindibles para hacerlo con la suficiente garantía.

Vídeo 10:11 Min

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